sábado, 11 de agosto de 2007

Sé que estoy aquí.

Hoy he caído en el vacío de la razón cuando desperté de un sueño aterrador; un sueño mil veces soñado quizá por otros mil tan diferentes a mí. En ese sueño vi que mi cara se borraba en el espejo ... y quedaba sin rostro. Nada. Sin ojos, sin boca, sin nariz ... sin nada de mí.
Fue un sueño; lo sé. Y como sé que sólo fue un sueño, sé que estoy aquí. Eso es lo que importa. Después salí a pasear, con Bakunin, mi perro, con el Mp3 cargado -como un escopeta de repetición- de The Shins, y pensé en esa frase que un día me hizo mi amigo El Hombre Sentimental sobre esta banda "Si la hubiera oído a los 15 años posiblemente hubiera cambiado mi vida".
Después, comencé a silbar calle abajo, sabiendo que mañana empezarían mis vacaciones.

1 comentario:

Antígona dijo...

A veces pareciera que podemos difuminarnos entre las cosas y no ser más que un borrón sin figura ni contornos. Pero por fortuna sólo lo parece.

Buen nombre para un perro, me gusta. Me recuerda al de mi mejor amigo, llamado Trotsky.

¡Un beso!