sábado, 18 de octubre de 2008

Pienso

Ahora pienso en silencio, cuando los gritos de los condenados a las llamas de este infierno callan, haciéndose vapor en el puto inframundo. Creo que me estoy acostumbrando a vivir aquí, en la niebla continua que me envuelve. Satán cada día me resulta más gracioso, y sus chistes de humor negro a veces resultan disparatadamente increíbles.

Ayer comimos cocido, y me senté a la derecha de Satán. A mi izquierda una zurda atormentada. Me encantan las zurdas -pensé- y llegaron después las caricias y las lenguas y algunos empujones.

Ahora pienso en silencio, y quizá piense que aquí no esté tan mal. La zurda se despierta a mi lado, con olor a morcilla en la boca. Le haré unos versos al atardecer.

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