sombras y luces
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by Trabajos Digitales / Cámara LUMIX DMC/TZ3
Hoy al levantarme he sentido el vértigo del verano caído, la espesura de los sueños que me llevan al despertar exaltado, errático y un poco jacobino, dentro de una bruma imposible, de una extraña realidad mezclada con el espanto ... todo ello se traduce cómo la vuelta ...
He vuelto hace casi dos semanas y parecen siglos transcurridos, las vacaciones más que recuerdos parecen imágenes de historias contadas de padres e hijos dentro de la herencia de una transmisión oral que nos obliga a recordar imágenes y palabras que no son nuestras ... quizá lo fueron algún día, quizá no.
Recuerdo cuando hice esta fotografía: era de noche y estábamos a punto de cenar (la cena en la mesa del porche ya estaba servida) y una lagartija vino con nosotros -a nuestro farol- para jugar haciendo sombras chinescas sobre la mesa.
Eso tal vez fue divertido, ahora -ya tan lejano en la memoria- esa lagartija me importa un huevo.
7 comentarios:
Afortunadamente los acontecimientos vividos van desapareciendo poco a poco de nuestra mente, imagínate vivir siempre con la misma intensidad del momento en que sucedió, una experiencia dolorosa. Claro, no podemos elegir y las agradables también se diluyen en el tiempo.
un abrazo
Además el factor de que el tiempo se pasa más y más rápido cada vez...
A veces prefiero la monotonía de la rutina para evitarle a mi corazón la opresión de lo que ya no volverá.
Un gusto
Te digo que a mi tu lagartija verde (y en verde) me ha recordado aquellas tardes estivales cuando nuestra unica obsesion era cortarle la cola a las lagartijas. Hoy ese recuerdo me importa un pito mas que a ti, porque, afortunadamente, queda ya muy lejano.
La lagartija te importará un huevo, pero el poso de aquel recuerdo no, si no, no te acordarías. Aunque es curioso, por otra parte, a veces recordamos cosas que nos sorprenden a nosotros mismos de el porqué permanecen con tanta claridad y persistencia en nuestra memoria. No importa. Es lo que tienen las fotografías, nos evocan el recuerdo y nos transportan al instante en que las o nos las tomaron.
Nadie hace fotos en los funerales.
te digo, que la foto me gustó mucho ( aunque a mí también me importa un huevo la lagartija, no puedo menos que agradecerle el posado)
Curioso, este verano me he pasado veladas observando como una lagartija se servía la cena a base de polillas justo detrás de mi. También en un porche, también de noche, con el silencio y la paz que da no tener despertador. Sí, a mi la lagartija también me importa un huevo, pero esa paz...ay esa paz..
Besos
Esos despertares tuyos son dignos de una novela, Martín Pecador :)
Por desgracia, la realidad rutinaria, la que más largamente hemos vivido, aquella a la que ya estamos hechos, parece tener una consistencia y una gravedad frente los períodos de ruptura con respecto a ella que siempre acaba fagocitándolos, aniquilando rápidamente hasta su recuerdo, relegándolo a la lejanía del sueño. Inusitada la fuerza de esa realidad para imponerse sobre lo demás, aunque la verdadera vida o el verdadero disfrute se encuentren a menudo fuera de ella.
Contundente final, Pecador. Me gusta.
¡Un beso!
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