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domingo, 19 de octubre de 2008

Un poema para Frau Slumbert

No recuerdo exactamente que estaba leyendo, quizá algún poema de Bukowski o de Panero. En cambio, sí recuerdo bien el olor que llegaba desde la cocina; alguien estaba cociendo ciruelas amarillas en Pere Ximénez. Cuando me acerqué, Frau Slumbert, la ama de llaves de Satán, sonrió con la boca torcida y dijo algo que no pude entender. Cancerbero me miró con sus ojos rojos, en la ira del que no acepta que le molesten mientras merienda. Roía huesos de almas en un cuenco de plástico donde estaba escrito su nombre.
En silencio me senté en una mecedora al fondo de la cocina, justo en el lugar donde se esquinan los vapores de los olores que se guisan. Frau Slumbert me pidió un verso, así que improvisé:
Las voces en vacío caen en la nostalgia,
en ovillos las almas se recogen para dormir sus fantasías
si hay hombres sin rostro contando sus pesares,
concentrando el dolor en un reloj de arena
queda prisionero
como en la mente un disparo de miedo
que nos congela,
es la lentitud de las letanías,
es la hora de abrir los ojos al sueño,
es el momento de cambiar el agua a los sentidos.
He mudado la piel del alma,
en el suelo queda la cáscara de lo que antes fuí,
cuando sentía el mar en el oído
haciendo una caracola con las manos.
Después llegaron las lluvias,
los cuentos en la noche en una cama fría,
tan fría como fue el espanto de abrazarte.
Frau Slumbert aplaudió y soltó una risita que pareció un grito chirriante. Cancerbero se fue; tras la merienda se acumula el trabajo.
Yo seguí allí sentado, meciéndome en la sombra, con la lectura amainando los ojos de los sentidos y con Stereophonics dibujando ondas de ritmo en mis oídos abiertos.
Esa noche, Satán llegó tarde. Muy tarde.

sábado, 18 de octubre de 2008

Pienso

Ahora pienso en silencio, cuando los gritos de los condenados a las llamas de este infierno callan, haciéndose vapor en el puto inframundo. Creo que me estoy acostumbrando a vivir aquí, en la niebla continua que me envuelve. Satán cada día me resulta más gracioso, y sus chistes de humor negro a veces resultan disparatadamente increíbles.

Ayer comimos cocido, y me senté a la derecha de Satán. A mi izquierda una zurda atormentada. Me encantan las zurdas -pensé- y llegaron después las caricias y las lenguas y algunos empujones.

Ahora pienso en silencio, y quizá piense que aquí no esté tan mal. La zurda se despierta a mi lado, con olor a morcilla en la boca. Le haré unos versos al atardecer.

sábado, 27 de septiembre de 2008

El ama de llaves de Satán.

Cuando anoche llegué a casa vi las luces encendidas. Primero pensé que podría ser una señal, después supe que era Ella, que preparaba la paella para el domingo. Esa paella necesita más de 30 horas de cocción.

Discutimos sobre el secreto del arroz. Ella siempre quiere llevar la razón. Sus gritos entonces apagaron mi voz. No recuerdo si hubo sexo, pero sí recuerdo tuercas y tornillos cociendo entre el arroz.

Satán aún no había vuelto del bar. Últimamente alarga las noches por culpa de tres o cuatro partidas de brisca de más. Todos sabemos que eso no le sienta bien. En días así, apuesta muchas almas y siempre pierde.

Ella siguió mucho rato en la cocina. Desde lejos pude ver como su cuerpo se encogía para sentarse encima de un orinal, mientras silbaba algo de Charlie Parker.

No he encontrado ningún momento para salir del infierno, pero aún así sé lo simpático que puede ser Satán en los días que está alegre y mueve el rabo

El Infierno sigue, penetra sus llamas en mi hielo. No sé si algún día podré escapar de aquí. Satán me tiene harto con tanto número de claqué, vestido de tirolés y con un extintor en la espalda. Se cree un samurai venido a menos, él sabe que la vejez no es buena, la artitris no le permite aquellos movimientos que le hicieron tan feliz en la adolescencia. No obstante siempre escucha a The Gutter twins cuando se sienta en el váter.

He visto naranjas encima de la mesa, allí donde un día escribí versos inspirados en un abrigo de piel de mosca que usaba mi abuela cuando llegaba el invierno.

Le dije: Dame calderilla para comprar incieso. Si el pan está duro, el bocadillo nos durará más.
Él contestó: Bombona naranja Señora mayor enciende la moto no tiene ni bate rebufillo rebufillo jarta soliloquio Jacinto aún vive.

A veces aún pieso que vivir en el infierno tiene su aquel.

lunes, 15 de octubre de 2007

El PECADOR ha vuelto ...

Ahora que he vuelto siento lo agradable de la rutina de la vida ordinaria, noto una gran alegría por cada cosa que veo, hago o siento, por insignificante que sea o parezca. Y si esto es así, es porque he estado muy lejos; tan lejos, que lo difícil fue poder volver, salir de allí y regresar, además de saber encontrar un camino de vuelta a casa, en el que no había ni miguitas de pan ni cantos rodados que indicaran el trayecto a seguir.

He vuelto; vuestro amigo El Pecador ya está aquí de nuevo. Pero os contaré lo sucedido...

Todo empezó (porque todo siempre tiene un principio, y aquí el principio es éste) tras relatar en mi anterior post “Silencio tras conocer la mirada raída por la vergüenza y el agravio” de fecha 19 de septiembre, una visita que el diablo había realizado a mi dormitorio, dejándome una especie de consejo, que más tarde pareció una advertencia: "La lucha comienza en el mismo momento que sabemos que el enemigo existe”. Parece ser, que al tal Satán no le hizo mucha gracia que vuestro querido Pecador narrara esta historia, por lo que decidió venir a por mí y llevarme allá donde su imperio se extiende.

Fue como una negra pesadilla, ralentizada, en colores grises y ocres, y –como no puede ser de otra manera- con olor intenso a azufre, que en esta ocasión se mezclaba con el del salitre del mar. Él llegó de nuevo a mi habitación, me despertó su presencia inquietante, y después me sumió en una especie de letargo, como un duermevela muy pesado en el que era imposible moverse. No sé bien como fueron las siguientes horas, lo que sé es que desperté en un barco, surcando un océano negro (realmente parecía tinta china), y me encontraba cosido a la cubierta de madera del barco, junto con cientos de personas más. Estábamos cosidos de tal manera que era imposible moverse, en cierta manera me recordaba a los hilos que teje la araña para apresar y cautivar a sus víctimas. De fondo -juraría- sonaba música de Jesus and Mary Chain, ahora tengo la seguridad de que era el disco de Darklands, y oían gemidos y gritos sordos que se entremezclaban con el romper de las olas en el casco. Así mismo, el propio Satán, de pie en la cubierta, gritaba hacia el cielo clamando los nombres de los satélites de saturno: Mimas, Encélado, Tetis, Dione, Rea, Titán, Hiperión, Jápeto, Febe ... (curiosamente, no nombró los satélites descubiertos a partir de la investigación espacial del año 2004, ni aquellos muy pequeños, ni los descubiertos por la misión Cassini/Huygens), a su lado Caronte manejaba el remo con lenta maestría, dirigiéndonos hacia el Hades por la fría neblina de la laguna Estigia.

Veinte días, veinte, cosido a la cubierta, sin más alimento que pan mojado en leche una vez al día, y arenques ahumados cada tres días, soñando la salida del infierno, marcando en la mente el mapa de la huída, señalando a mi mente el ritmo de los pasos para correr, nadar o volar ... y así, en el sentido perdido de los sentidos perdidos, veía en la otra orilla las sombras de las almas negras vagando sin rumbo, junto a Cerbero acechándoles con sus tres cabezas.

Pero conseguí huir. Corté las cuerdas que me ataban con la espina afilada de una sardina arenque crecidita, y me lancé al mar, cruzando a nado los cinco ríos de aquel inframundo; el río de la pena (Aqueronte), el río de los lamentos (Cocito), el río del fuego (Flegetonte), el río del olvido (Lete) y el río del odio (Estigia); hasta llegar a mi hogar y curar las heridas y el pánico.

Ahora he vuelto y os escribo esto, mis queridos amiguitos, pero no sé que pasará a partir de ahora. Ahora me voy, sacaré a pasear a Bakunin, y oleré el perfume de la mañana mientras que el alma se alimente con un poquito de Headphones, que he cargado en mi mp3.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

silencio tras conocer la mirada raida por la verguenza y el agravio

Esta mañana me levanté con un cierto olor dulzón y acre -quizá a azufre- en la nariz. No me dió tiempo alguno a plantearme el por qué de ese olor ni de su procedencia, porque en seguida supe (porque lo vi) que satán estaba sentado a los pies de mi cama.
En ese momento noté cierto nerviosismo en su mirada, cierta intranquilidad, o mejor dicho incomodidad, y pensé que la razón más posible fuera cierta vergüenza por estar ahí, a su edad, dando este tipo de sustos a ciudadanos limpios en cuerpo y alma como es vuestro amigo y narrador El Pecador.
Este inicio de la mañana me jodió un poco. Debo reconocer que de un tiempo a esta parte las inauguraciones de las mañanas no están siendo mi fuerte, quizá por la cólera que se agolpa bajo mi cráneo, quizá por cierto sabor amargo que me impulsa a quedarme en la cama, quizá por la falta de nicotina tras más de cuatro meses sin un cigarro ...
Quizá fuese aquello o lo otro, o incluso una mezcla de todo ello lo que me impulsó a soltar un "Joder, satán, me tienes hasta los huesos..." El diablo se revolvió al borde de la cama, en una actitud de nerviosismo muy elevado (casi ilustrado) y buscando palabras y ensartándolas en frases conexas en sentido y forma pidió perdón por el agravio de entrar así en la casa, y más aún por penetrar en mi habitación y llegar hasta mi cama. Después, muy poco después, explicó que había llegado hasta allí, otra vez (no sé si dijo algo así como one more time), porque traía un recado de importancia: "La lucha comienza en el mismo momento que sabemos que el enemigo existe. Ve a la ducha ya". tras soltar la frase, como quien deja caer una bomba atómica con la seguridad de que sin duda será aniquiladora, se puso unos patines de ruedas en línea y se fue silbando.
Lo que vino después fue una mañana templada, en el silencio del pensamiento, acompasado -a modo de banda sonora de aquel momento- ese magnífico disco de Wilco ... Sky Blue Sky. Más tarde alguien creyó oir que estaban regando las calles.

jueves, 13 de septiembre de 2007

tras las huellas y un cruce de caminos ...

Cuando sonó en la radio -soñaba sobre un papel los colores en las formas, las formas en las imágenes, las imágenes soñadas, en las palabras volcadas al dibujo, el dibujo de la mente al papel, el sueño desafiando al blanco papel, los colores, los sueños ... los trazos ...- "Planet of sound" no pude hacer otra cosa que canturrear el inicio de la canción ..."one fine day in my odd past / i picked me up a transmission/ i turned the fission ignition ..." y fue entonces cuando recordé dos momentos:
1er momento: recordé cuando soñé -hace ya muchos años- en cómo se preparaba en un estudio la fotografía de la portada de "Trompe Le Monde"; cómo llenaban una zona del pequeño estudio de sal (una auténtica montaña de sal, mayor, mucho mayor, que la que Lot hubiera podido causar en su desobediencia), y cómo allí en la montaña iban insertando, realmente clavando, champiñones a los que añadían una gelatina azul a través de una extraña jeringuilla. Cuando me desperté, lo primero que hice fue coger el disco en las manos (entonces un LP de vinilo) y examinarlo con detenimiento.
2º momento: recordé cuando Pixies presentaron justamente este disco en Madrid. Recordé prefectamente ese concierto (también tuve, anteriormente, la oportunidad de ver en directo a la banda en la presentación de su disco "Bossanova"), pero más aún recordé el final, cuando ya habían dejado de tocar y la gente se retiraba. Recordé cómo estaba yo apoyado con la espalda en una de las vallas de protección, y recordé cuando una mano se posó en mi espalda y me pidió un cigarro, después un trago de mi copa... Ella era Kim Deal. Recuerdo que hablamos, que le dí un cigarro, que bebió de mi copa ... y luego una muchadumbre se fue acercando hasta que el momento tuvo que terminar.
Yo ya adoraba a PIXIES antes de aquello, por supuesto. Yo sabía que era una de esas bandas que te pueden cambiar el sentido o el rumbo de tu vida. Aquello fue uno de los últimos pasos de aquella gran banda ...
... huellas y cruce de caminos ...
Después de los pasos nos quedan seguir las huellas, seguir su camino ... y el camino -en este caso- no me defraudó:
- Black Francis (o Frank Blak) siguió una trayectoria, que afortunadamente continúa, magnífica y extensísima. Mucho curra este tipo, con un álbum cada año. Y ahora una maravilla llamada "Blue Finger".
- Kim Deal: qué decir de esta Gran Señora del Rock ... Breeders (magníficos 3 discos) y después un genial The Amps...
Además en breeder se juntó (he aquí un maravilloso cruce de caminos) con esa otra Gran Señora llamada Tanya Donelly (que antes de ser una "procreadora" (Breeder) estuvo en la muy prolífica y enorme banda "Throwing Muses", después en "Belly" (qué grande!) y que acaba de sacar un fantástico disco en solitario.
- Joey Santiago: además de alguna colaboración con Frank Black, formó una banda brillantísima con su mujer Linda Mallari, llamada The Martinis, pero lamentablemente hasta la fecha sólo han editado un disco "Smitten", pèro no se lo deben perder.
- David Lovering: poco ha realizado este gran batería desde Pixies, a excepción de colaboraciones, y entrar en The Martinis, tras el disco (en él sólo colabora en un tema), para giras en directo.
Tal vez me dejo algo, y si es así me da igual, ahora la música sigue sonando ...

viernes, 31 de agosto de 2007

Ella dijo: "Me siento salvaje ..."


by Trabajos Digitales.

domingo, 19 de agosto de 2007

De cómo hoy llegaré tarde ...

Hoy he amanecido muy temprano, casi eran las seis de la mañana. La luz nació en el momento en que abrí los ojos. De un salto me puse en pie y fuí corriendo a la ducha (primera sensación cálida del día), después, nada más vestirme, salí a la calle con Bakunin, el perro saltimbanqui, a pasear.
Y fue en el paseo, cuando decidí acercarme a visitar a mi amigo Arturito Lombriz, profesional del Ultramarinos, y a departir con él un ratito a golpe de café, antes de la hora de aperturar su negocio. Y así fue. El café en esta ocasión fue en Casa Palomino. Mi amigo Arturito se aquejaba de una pancreatitis aguda que no se le pasó hasta que Juanito Pandetoro, anteriormente conocido como "el Borrachuzas" -desayunando su tercer Solisombra- le definió en una perfecta jerga médica qué era el pancreas y en qué consistía su inflamación.
Fue entonces cuando Arturito, para celebrar su inmediata y milagrosa recuperación, decidió invitarnos a una ronda de cafeses con "lo que sea menester". Yo me decanté por otro café cortado, a lo que se apuntó Arturito, pero rebajado con gaseosa, mientras que Juanito Pandetoro se decidió -tras un rato dedicado al pensar- por un chinchón seco y una tapa de cacahuetes salados, que compartió con Bakunin, el perro que se-lo-come-todo.
A eso de las 10 salimos del Café, hartos ya de tanto hablar de política, animales que hociquean y de memeces. Y así, contentos y con el alma blanca, recorrimos la calle canturreando esa bella canción de Yo La tengo llamada Stockholm Syndrome, y eso sentí yo, sabiendo que ya no me soltarían hasta bien entrada la tarde.
...
Another season, but the same old feelings
Another reason could beI'm tired of aching,
summer's what you make it
But I'll believe what I want to believe

sábado, 18 de agosto de 2007

Una parada tras "La Casa de los caracoles".


by Trabajos Digitales / Lumix DMC-TZ3

Hoy he cerrado la puerta con tres llaves de "La casa de los Caracoles", lo que significa que hoy ha sido el final de una parte de mi recorrido estival. He decidido -sólo por necesario- hacer una breve pausa de parada y fonda en "Madriz" para recorrer nuestro mapa de una punta a otra; esto es, desde La costa bravía Gironesa hasta la más brava costa Coruñesa, ciudad de luz y cristal, de sonido bravú y gaita.
Allí, en la Bravía ... Parlares extraños de buena gente -amable y afable-, de gallufa y de gañifa en tierras del fuet y de la anxove, de la llonganiza y la escalivada, del monte, del medioevo, de las mares y de Dalí (aquel que fue Grande). Despertar en el silencio del campo, la música empezaba a llenar la mañana -comenzaba el día con Throwing Muses- y Bakunin (mi anárquico perro) ladrando a mi alrededor. Rompía entonces ese momento de lectura (elegí para este viaje al bendito Emilio Carrere y su libro "El reino de la calderilla") que comenzaba en el amanecer temprano, mientras esa señora mayor que en ocasiones me acompaña dormía a pierna suelta, dejando los bucles de su cabello esparcidos por la almohada de su cama, y esa imagen, guardada o grabada en mi retina para siempre, parecía de una historia folletinesca, tierna y dramática.
Han sido días agradables, en tierras hermosas y queridas ... Pasado mañana saldré para La Coruña, donde las glorias del Capitán Troncoso, el viejo Geluco el Demonio y Cocodrilo Malbañado enarbolan su orgullo a la vez que una cunca de Ribeiro.
Ahora reposo ... ¿qué tal un poco de Headphones para aderezar el comienzo de la noche?

sábado, 11 de agosto de 2007

Cuando comienzan las vacaciones ...


by Trabajos Digitales. / Lumix DMC-TZ3

La maleta ya está preparada. Ya me puedo marchar.

Sí, ya era hora; comienzan las vacaciones. Después de un año entero trabajando ... Pero trataré de llegar hasta aquí a través de un CIBER o lo que sea. Así que no me perderé vuestras páginas y trataré de contaros alguna cosilla que otra . Me voy, pero no me voy solo; mi buen perro Bakunin y esa Señora mayor que en ocasiones me acompaña, seguirán mis huellas. Ya veo el camino ... y la música comienza a sonar ... kilómetros al frente, después, más música ...

lunes, 6 de agosto de 2007

UNA VUELTA EN LA NOCHE.

Salimos a la calle cuando empezó a refrescar. En esta ocasión, el viejo amigo “Cocodrilo Malbañado” tatareaba una canción de amor –inventada por él- en un idioma próximo al inglés, que decía algo así como “I love the lover fingers and the lover fingers love me”, mientras apuraba la tercera cerveza del momento. Nos dijo, tan sentido y serio como acostumbraba, que las dos primeras fueron para mitigar los grados de sus entrañas, muy elevados por los calores malignos de este agosto en Madrid. Alfonsito, más conocido como “el valiente”, inspirado por un documental sobre gimnasia sueca que habían televisado en la hora de la siesta, comenzó a ensayar –de manera improvisada- salto de longitud, midiendo el número de baldosas que había conseguido saltar. Mientras esto ocurría, el joven “Ciengranos” apuraba un “veneno” (Fernet Branca con Coca-cola) a la vez que alimentaba una tragaperras con monedas al ritmo de un euro por minuto. Ese fue el momento en que Palomón Salamanca, nuestro querido “Asesino del vaso de leche” entró en el Bar Bitúrico y nos declamó uno de los poemas incluidos en sus “12 pajas malditas y un viaje a tu interior”, que ilustro para vuestro conocimiento:

Observando el pánico y el silencio

Tu
vendrás
callada y quieta
en la soledad del pánico,
como una fugitiva desesperada
ante el silbido de la guadaña que te acecha
con el miedo quedo en la mirada
mirando absorta la fina línea
que cruza hasta tu cuello
y tras ese cuchillo
estaré
Yo
viendo el deseo en mis ojos cuajar en el terror que te encoge,
en el silencio, de tu último suspiro, que pronto vuela y se esfuma.

Más tarde seguimos bebiendo, y el reloj hizo que las agujas aceleraran su paso por la maldita esfera hasta señalar las tres de la madrugada, entonces el Bar Bitúrico cerró sus puertas y nosotros salimos coreando antiguos himnos de guerra, buscando el olfato que nos permitiera a cada uno de nosotros volver al hogar sanos y salvos. No dejamos miguitas que nos permitieran encontrar el camino de vuelta y sabíamos que el día siguiente sería día de beber sólo agua.

viernes, 3 de agosto de 2007

REVISITANDO THE CLASH

Ayer revisité -una vez más- a esos viejos amigos llamados "The Clash" y que me acompañan en muchas ocasiones y desde hace mucho mucho tiempo. Y la razón no fue otra que el post de la muy benevolente maga de las palabras "La soñadora indecisa", denominado sencillamente (para qué más) "London Calling" http://cajondeopiniones.blogspot.com/2007/08/london-calling.html, donde "la soñadora" recrea (dejándonos un magnífico sabor de boca) cómo conoció a esta magnífica banda británica, y sobretodo el que es -muy posiblemente- su mejor álbum, ese disco que contiene 20 disparos directos a tu sién.

The Clash ... quizá fue el invierno que atravesamos nuestra mente para reiventarnos ... y aún dura ... ... música ... sigue sonando ...


by Trabajos Digitales.

Una pequeña semblanza a The Clash a través de de unas viñetas de mi cómic "METAMORPHEOSIS". ¡Va por ustedes! ...

miércoles, 1 de agosto de 2007

¿ESTAMOS PERDIENDO EL CONTACTO?

Me he levantado justo 5 minutos antes del amanecer, y así pude intuir la entrada del sol mientras desayunaba un zumo de naranja y un café. Elegí para iniciar la banda sonora del día un poquito de los R.E.M. (quizá la culpa sea de mi amigo El Hombre Sentimental por su post http://elhombresentimental.blogspot.com/2007/07/cancin-del-da-talk-about-passion-rem.html) y debo decir que disfruté enormemente, una vez más, al escuchar “Man on the moon”. No sé por qué el amigo Michael Stipe decidió hacer ese homenaje, en un tono a medio camino entre broma y oscurantismo, al -parece ser- genial Andy Kaufman (su imagen a mí me ha llegado a través de la sí muy genial película de Milos Forman “Man on the moon”, posterior a la canción de R.E.M.).

Empecé a pensar en esa mezcolanza laberíntica, serpenteando entre los acordes de la guitarra, de grandes nombres, de grandes personajes (que ya cuentan entre los ausentes) como Elvis, Newton, Darwing, Moisés o Cleopatra ( a través del áspid que la mató), además -por supuesto- del amigo Andy. Pensé que todos ellos tenían algo en común, que se encontraba en una zona borrosa entre la leyenda y la inmortalidad, o quizá sobre la inmortalidad que les ha convertido en leyenda, o quizá incluso en la leyenda que les ha hecho inmortales.

Después pensé, ¿realmente Elvis murió el 16 de agosto de 1977?, ¿Llegó el Hombre a la luna aquel 20 de julio de 1969? ¿qué había de verdad y de mentira en la vida y obra y muerte de Andy Kaufman? ¿hablamos realmente de estas leyendas? ¿O hablamos, acaso, de la vida llevada a la broma incluso en última instancia?

¡Qué más da! –me dije- Quizá esta canción vaya sobre todos aquellos que hicieron algo único, sobre esas hazañas que –hasta la eternidad- nos muestran un poco más de lo que somos capaces, creamos o no que esa Luna (que nació para iluminar la noche) un día fue pisada por el descendiente de un mono.

Lo mejor será no pensar más en ello, que quizá podríamos perder el contacto (“hey, baby, are we losing touch?”) y que la música siga sonando ...
Hey Andy did you hear about this one? Tell me, are you locked in the punch?
Hey Andy are you goofing on Elvis, hey baby, are we losing touch?
If you believed they put a man on the moon, man on the moon.
If you believe there's nothing up my sleeve, then nothing is cool

martes, 31 de julio de 2007

La ralentización del zoótropo.

Fue ayer cuando se extinguió la luz de la linterna mágica y comenzó la ralentización del zoótropo, marcando un lento ritmo para las imágenes en movimiento. Hemos abierto entonces el baúl, donde los rollos de celuloide de 35 mm. encierran tantos secretos como sueños quedan aún por soñar, tanto despiertos como dormidos. Ha quedado señalado el fin del estroboscopismo de nuestros miedos, retratados en un himno de lentas imágenes, en la reflexión de la adecuación entre los distintos planos, para llegar a una estética sin par, en el drama y en la desesperanza, que no encuentra otro nombre que "bergmaniana".

Retratador de almas, caminante solitario de senderos íntimos que van desde el corazón hasta la conciencia, ilustrador de la locura, del amor, de la inquietud, de la muerte, en su sentido más metafísico, en el cenit de su belleza.

Aquí estamos, ocupando otra vez la butaca, esperando que comience el sonido del proyector ...

Sólo me restan dos palabras por decir:"Gracias, Maestro".

viernes, 27 de julio de 2007

Una visita bien simpática.

Hace un par de noches, me encontraba en esa situación que los igleses llaman “calma-chicha mental”, bebiendo un Trepador (anís del Mono con zumo de tomate) y escuchando unas deliciosas cancioncillas de Broken Family Band mientras leía unos muy hermosos versos del Tan Amado Baudelaire (debemos reseñar que se trataba del libro que le hizo grande y que escribió a sus 22 años “Las Flores del Mal”). He de decir que en ese momento sonaba la canción “Twelve Eyes Of Evil” y que me encontraba leyendo “El Aparecido” (que les hago llegar para sus delicias y regurgitación):

Como un ángel de fieros ojos
Me apareceré en tu alcoba
Deslizándome en silencio
Con las sombras de la noche.

Y allí te daré, morena mía,
Besos fríos como la luna
Y caricias de serpiente
Que en una fosa se arrastra.

Cuando llegue la lívida mañana,
Mi hueco vacío encontrarás
Y helado seguirá hasta la noche.

Como otros por la ternura,
Sobre tu juventud y tu vida,
Yo quiero reinar por el terror.

Y como decía, en ese momento sonó un toc toc toc en mi puerta que me hizo preguntarme quién podría ser. Al abrir la puerta descubrí –con una alegría tan cercana a la algarabía y al jolgorio- que allí se encontraban mis buenos amigos José “El Uno” y El Hombre Sentimental.

¡Qué bello momento y qué entrañable! Mi perro Bakunin dando saltos de alegría y moviendo el rabo como un humano jamás sería capaz de realizar. Fue un momento bonito –decía- y hay que ver qué fresquitas estaban las cervezinas que se arremetieron entre pecho y espalda. Hablamos y hablamos hasta que nos sangraron los codos, escuchamos distintas músicas e incluso ensayamos alguna que otra danza ya olvidada en los tiempos indefinidos que nos movemos, y revisitamos el mundo del cómic, haciendo un especial hincapié (en esta ocasión) en el genial Robert Crumb, en la magna obra del batallador Valenzuela con las aventuras de su "Capitán Torrezno” y en la “Enciclopedia Clismón” de ese genio-loco llamado Brieva.

Fue un rato bien agradable. Gracias amigos, siempre seréis bien recibidos en la humilde morada de vuestro siervo El Pecador. Gracias.

martes, 24 de julio de 2007

Apuntes discretos sobre el Doctor Laboisse.

Hace ya cuatro años, el sabio Doctor Alfonse Laboisse ensayó con éxito la teoría de la proporcionalidad metafórica en la intuición del ser, formulada en 1967 por el Jesuita Padre Cobos. A pesar de la apariencia desinteresada, a la hora de presentar los resultados del primer test (Test1/ensayo_XP-31), el Doctor Laboisse encontró el apoyo de los principales profesores del Círculo 1 del Tercer estadio universitario, y cosechó unas magníficas críticas, tanto al finalizar la presentación, como las escritas en Le Phisique y en El Despertador de Partículas, que resumían –entre alardes y parabienes- los seis años dedicados al proyecto por Laboisse.

La ponencia en Londres dos meses después –en el Círculo 5 del Cuarto estadio universitario- obtuvo un éxito similar al anterior, a pesar de tratarse de la presentación del segundo Test (Test2/ensayo_ZY-N-o26), que no cubría en más de un 72% las expectativas del primero, debido principalmente a que un 6,3% del ensayo en diversos sujetos había sufrido un estrepitoso fracaso al cercenar de una sola cisura la proporcionalidad metafórica en el contexto primario, perdiendo cada sujeto algún miembro por un fenómeno similar a la mutilación por ácido correoso.

La modificación del elemento base de la mezcla, en la intención de causar una acción-reacción inversamente proporcional en la escala espacio-tiempo para la aceleración del Proceso Madre, conllevó a una obturación en diversas arterias, por sobresaturación de sales en la solución sanguínea, en una veintena de los sujetos participantes en el tercer Test (Test3/ensayo_KL-H-27P), que les causó la muerte, tras dos semanas de terribles dolores mitigados por la morfina (ver informe de la Unidad de Dolor 16C).

La presentación en Nueva York del cuarto Test (Test4/ensayo_NN-V-L75-4) fue sin duda el gran éxito que la familia Laboisse estaba esperando desde el inicio del proyecto. La convulsión en los medios científicos y sociales de Nueva York supusieron el gran salto de Laboisse, apoyado en artículos de fondo que loaron sus ensayos como “La Ciencia encuentra al nuevo Profeta del Siglo XXI”, “Laboisse y el nuevo Cartesianismo metafórico en la proporcionalidad intuitiva del ser” o el escrito por el Profesor Lambert sobre la idiosincrasia en la prueba-ensayo y la teoría natural del ser intuitivo. El éxito obligó a Laboisse a comenzar una gira de conferencias, durante un peridodo cercano a los tres meses, por el territorio americano, bajo el nombre de “Un hombre de Ciencia y el ser intuitivo”.

Esta gira hizo olvidar a Laboisse de las denuncias interpuestas ante la Justicia por las familias de los interfectos del cuarto test, que tras dos semanas del ensayo fueron abandonándose hasta el último suspiro en medio de retortijones similares a los causados por la peste bubónica (pero sin forúnculos o purulencias, ni ninguna alteración visible en la piel).

Todos los aspectos de la vida y obra del genial Doctor Alfonse Laboisse pueden ser encontrados en el libro autobiográfico “Mi vida en sí misma y en mí mismo”, y la biografía no autorizada “Laboisse, el mago de la proporcionalidad metafórica”, o incluso en la página web http://www.laboisse.com/
No se pierdan esta oportunidad.

lunes, 23 de julio de 2007

Ese chico triste y melancólico que tanto llena mi espíritu.

Hola hola hola mis queridos niños, hoy me siento sentado ante este ordenador con el alma deshilachada, y así, me siento como un dios borracho sentado ante la frasca de vino de una taberna. Y en esa melancólica y sombría tempestad que me arrastra hacia el interior de mi propia tormenta, hay algo que me calma ... y ese algo es otra vez -una vez más, digamos- la música. Hasta ahora hemos hablado poco de música, y no he tenido tiempo a comentar con vosotros -oh, mis queridos niñitos- que hay una música especial que me llena hasta vaciarme, y esa música no es otra que la de ese chico triste y melancólico que tanto llena mi espíritu, o dicho de otra manera, ese tal David Bazan, y su magnífica banda de Seatle, llamada Pedro the Lion.
Quizá fue cuando oí por vez primera -ya han pasado tres años- ese disco tan amado "Achilles heel" cuando mi sentido (ya perdido por aquel entonces) se orientó en ciertos momentos con la brújula de sonido -mezclado a partes iguales entre rock, pop y folk- que siempre señala al norte.
O tal vez incluso -oh, en verdad os digo mis tan queridos niñitos- no fue en ese momento, sino antes, cuando llegó a mis oídos aquel sonido, tan cerca del cielo como del infierno, de "Rejoice", del álbum "Control".
Fuera como fuese, de inicio a fin, Pedro the Lion está ahí, haciendo sonar sus guitarras, su bajo y su batería dentro de mí, llevando mi tempestad a un mar en calma, controlando las mareas y el amanecer en días tan extraños.
Y recordad -oh, mis niñitos amados hasta el espanto- habrá pan duro mañana, si no nos lo comemos todo hoy.
No dejen de escuchar a Pedro the Lion - vuestro amigo el Pecador dijo.

miércoles, 18 de julio de 2007

la intuición de la perversa tiranía del espanto

Esta mañana me desperté, aún en la tiniebla del amanecer cuando comenzaba a despuntar, con “Off the record” de My morning Jacket, y esa música siguió en mi cabeza hasta que conecté, casi una hora después mi mp3 -para iniciar mi paseo matinal- en el que sonó The Godspell According to A. A. Newcombe, de The Brian Jonestown Massacre.

Así que bajé a la calle con mi perro (Bakunin) a desesperezar las piernas, y a airear con la frescura de la mañana el interior de mi cuerpo a través de la inhalación y exhalación. Mientras Bakunin olfateaba como loco a diestro y siniestro; y gastaba todo su talento en administrar adecuadamente la cantidad de orines para poder abarcar así una mayor y amplia zona de marcaje; decidí apostar contra mí mismo cuánto espacio sería capaz de recorrer con un escupitajo con el viento en contra. No recuerdo quién ganó la apuesta, pero el resultado no fue bueno por un efecto de retroceso que penalizó el avance de la saliva en propulsión, volviendo por tanto a un lugar muy próximo al punto de partida.

Recuerdo que leí una postal que me había llegado esa misma mañana –quizá llevaba varios días sin abrir el buzón- desde Benidorm. El remitente no era otro que mi buen amigo Geluco “el demonio”, quien -de manera muy cariñosa – me decía lo siguiente:

“Pecador, estoy en Benidorm. Hace sol y hay playa y mar. Me estoy bebiendo hasta
el agua de las macetas. Hasta pronto. Geluco”.

Puede ser que el movimiento de traslación del sol en ese momento de la mañana fuera más rápido –o incluso más lento-, o puede ser que una especie de efecto Doppler hiciera sentirme en una situación ciertamente extraña sobre las paredes de la atmósfera que me rodeaba, la cuestión es que en esos momentos llegó a mi cabeza, de manera temprana y sin avisar (como llega el camión de Coca-Cola a los pequeños comercios del barrio) un poema, inspirado posiblemente por una digestión pesada del desayuno, que he querido traerles aquí a ustedes. Dice así:


La intuición de la perversa tiranía del espanto

La piel desnuda
quemada por tu aliento de hielo,
por tus caricias de hierro,
por tus mentiras de ácido, fuel y veneno
en combustión.

Voy a encender una hoguera,
dentro de mi cuerpo una hoguera,
para que arda por dentro
y sólo quede por fuera
la piel desnuda
quemada por un frío infierno,
por palabras y pensamientos,
por miradas vacías de ojos vacíos
sin redención.


Pasen un buen día. La noche será si las casas se apagan …
El Pecador os saluda.

sábado, 14 de julio de 2007

la conciencia borrosa de las mariposas nocturnas

Hace unos días, tuve la oportunidad de hablar con mi buen amigo coruñés Mildreas fala (comentarista de este blog). En nuestra conversación salió, una vez más, la eterna discusión sobre la dualidad, que ya nos ocupó un post hace días ("Apuntes sobre otra realidad", 2 de julio), y le recomendé –de manera contundente y sin demora- la lectura de ese magnífico cómic de Alan Moore y Óscar Zárate llamado “Un pequeño asesinato” (además, esta obra fue ganadora del premio Eisner a la mejor novela gráfica en 1994 ).

Ante mi recomendación, el amigo Mildreas dijo: “Pecador, tomo buena nota. Pero no me extraña en absoluto su recomendación. Usted siempre habla –y bien- de ese tal Alan Moore”.

Quizá fue este comentario el que me llegó tan hondo, que aún hoy –al recordarlo- me entra una especie de desazón muy parecida al remordimiento tardío, cuando pienso en cómo es posible que aún no hayamos hablado de ese “extraordinario caballero” que es Alan Moore. Me llega el remordimiento a una conciencia tan borrosa como la de las mariposas nocturnas, que pierde nitidez en la medida que empieza a amanecer. Y hablar de Moore, no sólo es hablar de sus novelas gráficas Prometea, o From Hell (apuntes y reconstrucción de la vida y obra de Jack el destripador), Watchmen (la vuelta a las calles de viejos y cansados superhéroes), o la anarquista y revolucionaria V de Vendetta (crítica descarnada a la “Era Thatcher”), o incluso la vuelta a las “novelas” de aventuras con The League of Extraordinary Gentleman (nada que ver con el destrozo fílmico de Sean Cornery), sino también de esas pequeñas historias –de tamaño, no de grandeza- como The Courtyard (una pequeña obra maestra, también en cierta medida podríamos hablar de la dualidad del ser), o La broma asesina (curioso planteamiento sobre la enemistad entre Batman y Joker –sí, superhéroes tratados de distinta manera-) , o el librito Amnios Natal (the BirthCaul), o por no hablar de sus espectáculos (léase Performance) poéticos y musicales, que fueron recogidos en cómic-books como Serpientes y Escaleras, o Alan mystery Moore.

Pero Moore es también conocido y reconocido por otro tipo de cómic que, a pesar de gustarme también, reconozco que me gustan menos, como es la serie de La Cosa del pantano (la renovación con grandes letras de los cómic de terror), las series de superhéroes como Supreme, Capitán Britania o El día del Juicio (curioso juicio contra un superhéroe) o Tom Strong.

Además, Alan Moore tiene muchísimos más cómic, ya que este hombre no para de trabajar, es incansable, y posiblemente uno de los mejores guionistas de cómic de todos los tiempos. ¿Qué hace un inglés en el reino americano? Pues hacer muy bien su trabajo, que no es otra cosa que hacernos disfrutar con sus historias. Por eso, y como diría mi amigo El Hombre sentimental, Gracias, Maestro.