EL MARTIN PECADOR ESTA AQUÍ

Hola hola hola, pequeños drugos, el sonido de la realidad se enfrenta a la racionalización de los sentidos, a una sobredosis sonora, a la incombustión permanente de la sinrazón. Desde aquí, es por ello, que conjugando la desintegración de nuestras últimas neuronas, con la realización terapéutica de gimnasia mental a ritmo de rock, trataremos de buscar una vía de escape donde celebrar la ceremonía del confusionismo. Somos amantes de la música, de la literatura, del arte en todos los sentidos y en todos los sentidos del Arte. ¿Que sería, acaso, de nuestra mortal insignificancia sin la música, la pintura, los comics, la literatura, el arte urbano, y los bocadillos de jamón?

Busco un hueco. Un hueco tan pequeño que hasta puede perder la h. Sólo un ueco. Dejadme oir la sonoridad de vuestros pasos, permitidme -por Dios- conocer la escala de vuestras huellas en el mapa de mi confusión. Dejad que suene la música ... el baile comiencen otros ...

Danzad, danzad, malditos pecadores.