domingo, 1 de julio de 2007

Si consideramos ... Reflexión de Bukowski

Desde que me he levantado, llevo dándole vueltas a una frase de Bukowski: “…La vida gira sobre un eje podrido”, y tras darle varias vueltas, y sin saber realmente a dónde llegar, he cogido el libro y he leído el poema completo. Entonces recordé como alguien, hace poco en una librería, me dijo: “Creo que eres la única persona que compra poesía”. Y ante mi extrañeza (mientras pensaba quizá en el número de personas que conocía, y tal vez en qué significaba el término poesía para él), continuó:”De verdad, Pecador, creo que no he visto a nadie jamás leer poesía, y menos aún comprarla”. He de decir, que el libro de poesía que en aquel preciso instante estaba adquiriendo era un gran clásico de la literatura underground americana, de Ginsberg, llamado “Aullido”.

Me senté con mi café en la mesa de la cocina y releí aquel poema de Bukowski, Si consideramos, y quizá esos versos junto al café, han sido el mejor desayuno desde hacía mucho tiempo. Este es el poema:

si consideramos lo que puede verse:
motores que nos vuelven locos,
amantes que acaban odiándose,
ese pescado que en el mercado
mira fijamente hacia arriba adentrándose en nuestras mentes,
flores podridas, moscas atrapadas en telarañas,
motines, rugidos de leones enjaulados,
payasos enamorados de billetes,
naciones que trasladan a la gente como peones de ajedrez,
ladrones a la luz del día con maravillosas
esposas y vinos por la noche,
las cárceles atestadas,
el tópico de los parados,
hierba moribunda, fuegos insignificantes,
hombres suficientemente viejos como para amar la tumba.

estas y otras cosas
demuestran que la vida gira sobre un eje podrido.

pero nos han dejado un poco de música
y un póster clavado en el rincón
un vaso de whisky, una corbata azul
un delgado volumen de poemas de Rimbaud,
un caballo que corre como si el diablo le estuviera
retorciendo la cola
sobre la hierba azul y el griterío
y después, de nuevo, el amor
como un coche que dobla la esquina
puntual,
la ciudad a la espera
el vino y las flores
el agua corriendo a través del lago
y verano e invierno y verano y verano
y de nuevo invierno.

Es posible que algún día hable de Bukowski, sin duda alguna, uno de mis escritores preferidos, un escritor “maldito”, indómito, a veces incluso salvaje, pero siempre reflexivo, lúcido y auténtico.

Después de la lectura, entré dentro de la máquina del mundo, en mi papel de pequeño eslabón de esta cadena que nos permite girar mientras el mundo gira, y así casi no darnos cuenta de que giramos. Y pensé, una vez más, en que la vida gira sobre un eje podrido.

Pero esto no significa nada malo, o nada negativo debe significar, si pensamos tal vez en todas las posibilidades que la vida ofrece entre giro y giro, a pesar de lo podrido que nos rodee, y que todo gira, a pesar de lo herrumbroso y podrido de su eje. Y lo importante, es que gire. Sólo que gire.

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