lunes, 15 de octubre de 2007

El PECADOR ha vuelto ...

Ahora que he vuelto siento lo agradable de la rutina de la vida ordinaria, noto una gran alegría por cada cosa que veo, hago o siento, por insignificante que sea o parezca. Y si esto es así, es porque he estado muy lejos; tan lejos, que lo difícil fue poder volver, salir de allí y regresar, además de saber encontrar un camino de vuelta a casa, en el que no había ni miguitas de pan ni cantos rodados que indicaran el trayecto a seguir.

He vuelto; vuestro amigo El Pecador ya está aquí de nuevo. Pero os contaré lo sucedido...

Todo empezó (porque todo siempre tiene un principio, y aquí el principio es éste) tras relatar en mi anterior post “Silencio tras conocer la mirada raída por la vergüenza y el agravio” de fecha 19 de septiembre, una visita que el diablo había realizado a mi dormitorio, dejándome una especie de consejo, que más tarde pareció una advertencia: "La lucha comienza en el mismo momento que sabemos que el enemigo existe”. Parece ser, que al tal Satán no le hizo mucha gracia que vuestro querido Pecador narrara esta historia, por lo que decidió venir a por mí y llevarme allá donde su imperio se extiende.

Fue como una negra pesadilla, ralentizada, en colores grises y ocres, y –como no puede ser de otra manera- con olor intenso a azufre, que en esta ocasión se mezclaba con el del salitre del mar. Él llegó de nuevo a mi habitación, me despertó su presencia inquietante, y después me sumió en una especie de letargo, como un duermevela muy pesado en el que era imposible moverse. No sé bien como fueron las siguientes horas, lo que sé es que desperté en un barco, surcando un océano negro (realmente parecía tinta china), y me encontraba cosido a la cubierta de madera del barco, junto con cientos de personas más. Estábamos cosidos de tal manera que era imposible moverse, en cierta manera me recordaba a los hilos que teje la araña para apresar y cautivar a sus víctimas. De fondo -juraría- sonaba música de Jesus and Mary Chain, ahora tengo la seguridad de que era el disco de Darklands, y oían gemidos y gritos sordos que se entremezclaban con el romper de las olas en el casco. Así mismo, el propio Satán, de pie en la cubierta, gritaba hacia el cielo clamando los nombres de los satélites de saturno: Mimas, Encélado, Tetis, Dione, Rea, Titán, Hiperión, Jápeto, Febe ... (curiosamente, no nombró los satélites descubiertos a partir de la investigación espacial del año 2004, ni aquellos muy pequeños, ni los descubiertos por la misión Cassini/Huygens), a su lado Caronte manejaba el remo con lenta maestría, dirigiéndonos hacia el Hades por la fría neblina de la laguna Estigia.

Veinte días, veinte, cosido a la cubierta, sin más alimento que pan mojado en leche una vez al día, y arenques ahumados cada tres días, soñando la salida del infierno, marcando en la mente el mapa de la huída, señalando a mi mente el ritmo de los pasos para correr, nadar o volar ... y así, en el sentido perdido de los sentidos perdidos, veía en la otra orilla las sombras de las almas negras vagando sin rumbo, junto a Cerbero acechándoles con sus tres cabezas.

Pero conseguí huir. Corté las cuerdas que me ataban con la espina afilada de una sardina arenque crecidita, y me lancé al mar, cruzando a nado los cinco ríos de aquel inframundo; el río de la pena (Aqueronte), el río de los lamentos (Cocito), el río del fuego (Flegetonte), el río del olvido (Lete) y el río del odio (Estigia); hasta llegar a mi hogar y curar las heridas y el pánico.

Ahora he vuelto y os escribo esto, mis queridos amiguitos, pero no sé que pasará a partir de ahora. Ahora me voy, sacaré a pasear a Bakunin, y oleré el perfume de la mañana mientras que el alma se alimente con un poquito de Headphones, que he cargado en mi mp3.

9 comentarios:

Princess Valium dijo...

Mi querido Pecador, te echaba de menos. Espero que tras una buena ducha, el olor a azufre haya desaparecido, y que con ese paseo al lado de Bakunin, hayas tomado aire, renovado tu mente y vuelto con completa energia.
Besos y abrazos

El Hombre Sentimental dijo...

Bienvenido de vuelta, amigo. Te echaba de menos.

raul rodriguez dijo...

Joder, haberme llamado, te hubiese traido de vuelta encantado. Además por ser tú no te hubiese cobrado el suplemento de salida del averno.

Anónimo dijo...

Tiene síndrome post pesadilla?

Le dieron bien de comer, al menos?

Bakunin ladra bien?

Espero que todo, menos lo primero, sea afirmativo mi estimado pecador.

elgritodeltiempo dijo...

bievenido!
la verdad es que se echaba en falta tu presencia...
la espera ha valido la pena!
espero que tu estancia en el HADES haya sido fructífera y a menudo nos cuentes cosas tan interesantes como la de hoy.

no tardes mucho en volver a escribir.
bss

El Aparcacuentos dijo...

Pensé que el infierno sería peor.
Una comida diaria
Pescado cada 3 dias....
Esta claro que no he de abandonar esta vida de perdicion

Antígona dijo...

Estoy segura, Pecador, de que has aprendido mucho de esa bajada a los infiernos marinos. Los supervivientes son animales heridos, sí. Pero, precisamente por haber estado al filo del abismo, se aferran con más fuerza y alegría a la vida que el resto de los mortales.

Esperemos que Lucifer no tome de nuevo represalias por habernos contado tu terrible travesía. Aunque como dicen eso de que más sabe el diablo por viejo que por diablo, me temo que una segunda vez no le sería tan fácil atraparte.

Bienvenido, superviviente. Y procura seguir siéndolo.

¡Un beso!

Anónimo dijo...

Mis respetos y saludos más cordiales, Pecador.
Soy Edward James, alter ego Il Dottore, alter ego Luis. ¿Oyes Coros Rusos de fondo? Ya está aquí el amanecer, y mañana, una linda resaca que ni Mr. Faulkner conseguirá disipar.
¡¡Alka Seltzer!! Con ese terrible grito de guerra se lanzaron los 300 como si fueran UNO.

Me ha gustado mucho todo lo que he visto. ¿Mañana más?

Un abrazo.

elgritodeltiempo dijo...
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